En un curso diseñado para socavar “las naciones preconcebidas de lo que es un niño”, profesores yescritores se aprestan a destruir el último tabú de la sociedad conservadora. Carl Wittman en su librotitulado “Out of the Closets” ( Fuera de los Closets ), de la publicadora de la Universidad de Nueva York, exclama: “Enfrentemos esto, cuerpos bellos y jóvenes, son atributos fantásticos”. El texto de estudios “gays” y lesbianos señala que: “los niños pueden cuidarse a si mismos, y son seres sexuales mucho antesde lo que nos gustaría admitir. Aquellos de nosotros que comenzamos en esto ( la homosexualidad ) en nuestra temprana adolescencia lo sabenos, y lo hicimos y no fuimos engañados por viejos verdes”. Entre los libros que se están utilizando en salones de clases, “Fuera de los Closets“, no es el único que está promoviendo la pedofília ( atracción sexual de adultos a menores que no han alcanzado la pubertad ). Un crecido número de intelectuales y obras “literarias bien documentadas”, proclaman abiertamente que laedad para tener sexo es uno de los tabúes antiguos que hay que desmantelar y que las relaciones sexuales entre niños y adultos son saludables y deben ser aceptadas.
“Las leyes que hablan de edades para consentir, son leyes por las que debemos de luchar para que sean eliminadas”, declaró Gerald Hannon en su ensayo titulado: “Jóvenes Homosexuales y las Leyes de Consentimiento“. Añade además, “esta lucha debe envolver las energías y los talentos de los propios jóvenes”. este ensayo de Hannon fue publicado en otro texto de la Universidad de Nueva York, llamado “Lavender Culture“, que contenía otro artículo promocionando la pedofília. Hannon exhorta a sus lectores a “proselitizar” y a alcanzar “a la gente jóven con el mensaje de que el homosexualismo es bueno, que no es ni una enfermedad, ni un pecado, que deben ( los jóvenes ) abandonar sus familias tan pronto puedan y organizarse con otras personas homosexuales. Si no los proselitizamos ahora, sus familias lo harán y el resultado será una generación de homosexuales que tendrán que esperar cumplir 20 años, para poder realmente comenzar a vivir”.
Habiendo ya ganado en muchos lugares el que se acepte como válido el homosexualismo, el adulterio, el transvestismo y otros tipos de comportamientos, que en un momento dado fueron considerados comoperversiones, ahora los activistas homosexuales ponen su mirada en lo que ellos visualizan como la última frontera: la pedofília, o sea, el sexo con nuestros niños.
En el primer ensayo del “The Lesbian and Gay Studies Reader”( El Manual de Estudios Gay Lesbiano)posiblemente uno de los textos más leídos del género de estudios homosexuales, la conocidaantropóloga feminista Gayle Rubin, escribe: “A; igual que los homosexuales y los comunistas de la década de los 50, los amantes de niños son tan estigmatizados que les resulta difícil encontrar personas que defiendan sus libertades civiles, mucho menos su orientación erótica. Como consecuencia, autoridades policíacas locales han hecho fiesta con ellos. Tanto el FBI, como los inspectores postales se han unido para construir un aparato cuyo único fin es limpiar de la comunidad a hombres que aman a jóvenes menores de edad. Posiblemente enalrededor de 20 años, cuando se disipe el humo, será más fácil mostrar que estos hombres han sido víctimas de un salvajismo y una no merecida cacería de brujas. Muchas personas se sentirán avergonzadas de haberse prestado a colaborar con esta persecución, pero será ya muy tarde para hacerle bien a aquellos hombres que tuvieron que pasar sus vidas en prisión“.
Muchos de estos textos se ofrecen y se describen en los prontuarios de clases ofrecidas por prestigiosas universidades como Princenton, Darmouth y Cornell.Pat Califa, en un debate conocido como “Public Sex” ( Sexo Público ) responsabiliza a los padrescuando afirma: “La esquizofrenia cultural inducida, permite y ofrece la oportunidad a los padres a dardiscursos sentimentales acerca de la inocencia de la niñez y de la felicidad de los años pasados sin laspreocupaciones de la lujuria carnal -terminando estos exhaustos de estar velando las vidas sexuales de sus hijos”. Luego añade: “Los niños son célibes porque sus padres previenen el que ellos jueguen
(sexualmente ) con otros niños pequeños o con adultos“.
En años recientes se ha dado la dinámica de profesores enviando a estudiantes a exponerse a estasconductas, y de otros que son enviados a unirse a protestas y causas para darles una nota por eso. En un ambiente en donde a los estudiantes se les enseña que pensar, en vez de cómo pensar, no es desorprenderse que a personas para graduarse se le pidan que se expongan y que lean obligatoriamente unos manifiestos que alaben “la virtud de las relaciones sexuales entre adultos y niños. Con la proliferación de lecturas asignadas y a veces hasta producidas por grupos radicales como NAMBLA( North American Man-Boy LoveAssociation ), muchos se preguntan: ¿Quedará otro tabú más que derrumbar?
Lo anterior es solo una muestra de lo que ocurre cuando la comunidad cristiana no es militante endefender los postulados de la tradición judeo-cristiana. Al no hacerlo, dejamos unos vacios que sonrápidamente llenados por personas ultra-liberales, algunos de ellos seres totalmente amorales que tienen como meta principal el imponernos su agenda inmoral, independientemente de que la inmensa mayoría de las personas concuerden en que la pedofília es una aberración sexual.
Esto impone a los padres de esta generación la responsabilidad de educar a sus hijos en muchos temas de los cuales ni siquiera llegaron a pensar que tendrían que hablar alguna vez con sus hijos. De no hacerlo así se exponen a que supuestos intelectuales de la nueva elite académica les traten de imponer a sus hijos unos anti-valores totalmente diferentes a los promulgados por la tradición judeo-cristiana. Tenemos como cristianos de acabar de aprender y digerir el hecho de que nuestros valores cristianos no son los que dominan el pensamiento moderno que se dan en las instituciones de enseñanza superior. Tenemos que asumir la tarea de prepararnos para seguir enseñándoselos a nuestros hijos y para preparar a estos últimos a que aprendan a estar listos en todo momento para defenderlos.